“Con amor se educa, con pasión se enseña y con  emoción se aprende” Marilina Rotger.

Abogados

Cuando en el título se habla de los abogados nos referimos a quienes quieren formarse en el derecho, y que aspiran a trabajar, no sólo como abogados litigantes, sino también como legisladores, jueces, fiscales, asesores, escribanos, negociadores, mediadores, docentes, investigadores, comunicadores, funcionarios públicos, en asociaciones o empresas privadas, en áreas vinculadas con el derecho.

Siglo XXI

La mención al siglo XXI tiene que ver con los profundos y dinámicos cambios que se han producido en el mundo en este nuevo siglo. Especialmente en el año 2020 como consecuencia de la obligada Pandemia impuesta por el Covid-19. Esto ha cambiado la política, la organización sanitaria, acelerado la globalización, intensificado los cambios tecnológicos y de las comunicaciones, y ha perjudicado gravemente a la ecología, la economía y a las finanzas.

Recordemos, respecto de esto último, que somos protagonistas de la cuarta revolución industrial (Industria 4.0) que se basa en la revolución digital, la cual representa nuevas formas en que la tecnología se integra en las sociedades e incluso en el cuerpo humano. Los avances tecnológicos emergentes incluyen varios campos como: la robótica, la inteligencia artificial, las nubes, la automatización, la nanotecnología, la computación cuántica, la biotecnología, el Internet de las cosas (I o T), las impresoras 3D, los drones y los vehículos eléctricos y autónomos.

En su libro, La Cuarta Revolución Industrial, el profesor Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, la describe principalmente por los avances en tecnología, que permiten continuar conectando a miles de millones de personas a la web, mejorar drásticamente la eficiencia de las instituciones y organismos del estado, de las empresas y organizaciones civiles, y ayudar a regenerar el entorno natural a través de una mejor gestión de activos. Los algoritmos y la big data son productos de las innovaciones tecnológicas.

Esta revolución avanza sobre las tres anteriores. La primera revolución industrial abarcó en Europa y en Norteamérica, desde mediados del siglo XVIII hasta avanzado el siglo XIX. En ese período las sociedades agrarias y rurales comenzaron a transformarse en industriales y urbanas. Las industrias del hierro y de los textiles, el uso del agua con el desarrollo de la máquina de vapor, desempeñaron un rol central. La segunda revolución industrial tuvo lugar entre 1870 y 1914, antes de la Primera Guerra Mundial., y se caracterizó por el crecimiento de las industrias preexistentes y la expansión de otras nuevas, como el acero, el petróleo, la electricidad y el gas, que permitieron la producción en masa. Los principales avances tecnológicos de este período son el teléfono, la bombilla o bombita eléctrica, el fonógrafo y el motor de combustión interna.

La tercera revolución industrial, es la revolución informática y digital, que se refiere al avance de la tecnología desde dispositivos electrónicos y mecánicos analógicos hasta la tecnología digital disponible en la actualidad. La era comenzó durante los años ochenta del siglo XX. La cuarta revolución industrial es una consecuencia de los avances en materia de acumulación de informaciones de la anterior, que con la nueva tecnología ahora se las procesa, como ocurre con los algoritmos, la big-data, etc. La información se comenzó a recibir más fácilmente con las computadoras durante la tercera revolución. En la cuarta ante la gran cantidad acumulada se comenzó a procesarla y ello está en curso. Los adelantos que se concretaron incluyen el ordenador personal, Internet, y la Tecnología de Información y las Comunicaciones (TIC).

Formación

Cuando hablamos de formación, incluimos no solo la trasmisión de la información, sino también la capacitación, el aprendizaje, la instrucción, la idoneidad, el compromiso, el trabajo, la responsabilidad, la constancia, el lenguaje, la curiosidad, la innovación, el trabajo colaborativo y, hasta, el estilo de vida.  De ello podemos distinguir tres aspectos fundamentales y que tienen que ver con la educación básica, la trasmisión de informaciones y la instrucción para el desempeño.

La educación básica debe partir de afianzar y ampliar los valores, derechos humanos y de los conocimientos filosóficos y lógicos adquiridos en la educación preuniversitaria, y que tienen que ver con la dignidad de la persona humana, con sus derechos para defender sus bienes fundamentales: a  la vida, a la libertad y al trabajo; con la moral, el derecho natural y la ética profesional; y con el valor que debe dársele a la verdad y la virtud de la justicia. Desde lo político es importante inculcar el conocimiento y la necesidad de la plena vigencia de la Constitución, y sus principios, valores e instituciones, como son la democracia, la república, el federalismo y las garantías a los derechos personales y colectivos.

La trasmisión de informaciones que hasta no hace mucho era la principal tarea que desarrollaba el maestro o el profesor en las clases, hoy ha perdido relevancia, ya que los educandos disponen no solo de libros y bibliotecas, sido de otros medios provistos por las nuevas tecnología como son los e-Book,  la inteligencia artificial, las plataformas digitales, las redes, la robótica, los algoritmos y los celulares, que les permiten accede a la información sin necesidad de recibirla en el aula de lo que expone el profesor. Por ello, no hay que descartar lo que se ha denominado “la escuela al revés” en la que el alumno se informa antes de clase, y llega a la misma para preguntar sobre lo que no le ha quedado claro de lo que ha leído, y dispuesto a hacer trabajos individual o en grupos que complementan lo antes estudiado.

La instrucción tiene que ver con el despertar y promover habilidades y curiosidades; desarrollar la voluntad de innovación, exploración y creatividad; el saber encarar las nuevas problemática y tomar decisiones; e inducir a que los alumnos tengan una visión que incluya la diversidad, la inclusión, la colaboración, el saber compartir y comunicarse. La búsqueda de nuevos objetivos, implica también aprender a programar, planificar y gestionar; teniendo en cuenta los distintos contextos, la necesaria originalidad, la dinámica y la necesaria motivación que exigen los cambios y las transformaciones.

El título de abogado o de licenciado en Derecho o en Leyes – según se lo denomina en distintos países- no significa, en estos tiempos, sólo el fin de una carrera universitaria, sino el de un ciclo de estudio y capacitación, que deberá continuarse con otros que en forma permanente le servirán para continuar formándose en las disciplinas del derecho, y actualizándose con las modificaciones de las leyes, de la jurisprudencia y de las doctrinas del derecho.

Los títulos a los que puede aspirar, después de recibir el de grado, que lo estimularán para continuar estudiando, son los de Notario o Escribano, Doctor en Derecho, Profesor, o algún Master, Especialización, Diplomaturas, o Tecnicatura.

Los estudios complementarios que deberían poder adquirir los que estudian Derecho deberían ser el de:

•           Gestión de Estudios Jurídicos.

•           Materias afines a las especialidades, como tributos, medicina legal, psicología, etc.

•           Tecnológica digital e inteligencia artificial.

•           Comunicación.

A ello se le podrían agregar materias o créditos que se podría estudiar en otras facultades como medicina legal, tecnología digital, psicología, economía, tributos, etcétera.

¿A dónde y cómo pueden trabajar los formados en el Derecho?

Lo pueden hacer como:

•           Abogados

•           En el poder legislativo, ejecutivo y judicial, el ministerio público fiscal o de la defensa o en sus dependencias.

•           En la administración nacional, provincial, municipal, comunal, entes autárquicos, empresas del estado, organismos para estatales.

•           En tribunales u organismos internacionales.

•           En empresas, sindicatos, ONG, instituciones privadas.

•           En los medios de comunicación.

•           En la docencia segundaria, terciaria, universitaria, de grado y de posgrado.

•           En investigaciones.

 

El ejercicio profesional de la abogacía

Se lo puede ejercer como:

•           Legislador

•           Litigante, en materia civil, familia, comercial, laboral, previsional, penal, contravencional, faltas, agrario, minero, contencioso administrativo, tributario, canónico, procedimientos constitucionales -individuales o colectivos-; y recursos en tribunales superiores provinciales, federales, en la Corte Suprema de Justicia; o en tribunales u organismos internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, en Washington DC, o en la Corte Interamericana de Derecho Humanos, en San José de Costa Rica, en el Corte Penal internacional, en Roma, en la Corte Permanente de Arbitraje (CPA), en La Haya.

•           Asesor o consultor

•           En la Administración Nacional, provincial, municipal, regionales, entes autárquicos o descentralizados.

•           En la Policía judicial

•           En empresas, sindicatos, ONG, cooperativas, mutuales, instituciones privadas.

•           En el registro civil, de propiedades, de propiedad del automotor, prendario, de marcas y patentes, inspección de sociedades jurídicas, etc.

•           Mediador, negociador y en arbitrajes

•           Investigador.

•           Comunicador.

Tendencias actuales del trabajo de los abogados

•           Trabajo cada vez más asociado.

•           Mayor división del trabajo y especialización.

•           Organización en Buffet o Law firm.

•           Consultoras integradas por abogados, contadores, médicos, psicólogos y otros profesionales.

•           Internacionalización del trabajo

•           Avance de la tecnología

•           Precarización de los honorarios de muchos profesionales

 

Estudios jurídicos

La organización del trabajo de los abogados litigantes se ha tornado por demás completo y para ello se necesitan:

•           Abogados matriculados

•           Determinar la jurisdicción y especialidades que abarca

•           La sede o sedes donde estarán ubicado el o los despachos.

•           El si lo va hacer sólo o con otros colegas

•           Empleados

•           Materiales de trabajo

•           Ver como se liquidarán los tributos

•           Actualización jurídica e información

•           Archivos en papel y digital

•           Biblioteca: libros, revistas, etc., en papel y digital.

•           Tecnología: software y hardware, computadoras.

•           Comunicación: Página web, Blog, WhatsApp, Skype, teléfonos, redes sociales, prensa, videoconferencias, etc.

•           Código de ética y de estilo

 

Organización de un estudio jurídico o consultorías

Para ello se necesitan:

•           Abogados matriculados,

•           Profesionales de otras especialidades y empleados,

•           Sedes,

•           Materias que atienden,

•           Territorio que abarca,

•           Tribunales y órganos donde actúa,

•           Tecnología,

•           Marketing,

•           Página Web, WhatsApp y medios de comunicación,

•           Código de Ética y de Estilo

•           Biblioteca,

•           Archivos digital y de papeles, y

•           Publicaciones.

 

La abogacía digital

 

Alguna de las nuevas tecnologías que se exhiben son:

·      Consultas: “Abogados las 24 horas”.

·      Análisis de documentos: “Tirant Analitics” (México).

·      Análisis de resultados en casos similares, en las distintas etapas del juicio y como decidieron jueces en casos parecidos: “Lex Machina” (USA).

·      Sistema de inteligencia artificial al servicio judicial argentino: “Prometea”.

·      Generación de documentos y formularios jurídicos: “Legal Zoom” (USA) o “Derecho-Chile”.

LegalZoom

LegalZoom.com, Inc. es una compañía de tecnología legal en línea fundada en 2001 y tiene su sede en Glendale, California, Estados Unidos. La misma ayuda a sus clientes a crear una serie de documentos legales sin tener que contratar necesariamente un abogado. Los documentos disponibles incluyen testamentos y fideicomisos en vida, documentos de formación empresarial, registros de derechos de autor y solicitudes de marca registrada. La compañía también ofrece referencias de abogados y servicios de agentes registrados.

LegalZoom se describe a menudo como un innovador disruptivo en el mercado de servicios legales. Sus esfuerzos para utilizar la tecnología informática para hacer que los servicios legales sean asequibles y accesibles han sido señalados tanto por la American Bar Association como en la prensa de negocios.

Dado que LegalZoom a menudo utiliza la tecnología informática para prestar servicios legales a precios más bajos que los abogados tradicionales, con frecuencia se cita como un ejemplo de " innovación disruptiva " en el mercado legal. Esta interrupción beneficia a las personas que de otro modo no podrían contratar a un abogado al ampliar su acceso a los servicios legales.

Conclusión

De todo lo expuesto queda claro que estamos al comienzo de una nueva era, donde los derecho de las personas necesitan ser mejor garantizados, para hacer posible el pleno ejercicio de la justicia, el cumplimiento efectivo de las leyes naturales y positivas, y para que los que habitamos este mundo tengan posibilidades de buscar la siempre anhelada felicidad.

Para ello necesitamos mejores y hábiles hombres y mujeres formados en el Derecho. Para ello debemos recordar lo que alguna vez dijo Thomas Jefferson: “Un abogado sin libros sería como un trabajador sin herramientas.”.

                                               Córdoba, septiembre de 2020.